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Municipio de Maldonado


Municipio
Alcalde Andrés Rapetti



Sitios Históricos


 

  Cachimba del Rey

Así se le denominaba a los manantiales o pozos públicos pertenecientes a la corona española, en épocas de la colonia. La ciudad de Maldonado contaba con numerosos ojos de agua, y el más abundante se encontraba en este sitio. Era el punto de encuentro de lavanderas y de abastecimiento de agua para toda la población, convirtiéndose en el principal surtidor desde 1784.

La cachimba forma parte de la memoria colectiva y del patrimonio intangible de San Fernando de Maldonado.

Antiguamente esta zona se caracterizaba por arenales, siendo un paradero transitorio de comunidades charrúas y guaraníticas, que llegaban hasta este punto. Aquí nació la leyenda indígena de dos indiecitos Timbó-Guazú (árbol grande) y Guidaí (luz de luna). Ambos solían jugar entre los médanos y su lugar secreto, era el manantial de agua pura y cristalina que en su lengua se llamaba Hicé-Morotí (agua blanca).

Las tribus tenían una buena convivencia entre ellos. Con la llegada del otoño, retornaban sus viejos rumbos hacia el interior del territorio.

El invierno llegó y la bella niña Guidaí, comenzó a perder su alegría. Su vitalidad se transformó en silencio y en una blanca palidez. Tanto sus padres como la comunidad en general, preocupados, procuraban devolverla a la vida. Para ello, ubicaron a su amigo para que le ayudara.

Cuando Timbó-Guazú llegó a su lado, Guidaí apenas pudo susurrar:

"Timbó-Guazú, Hicé Morotí, Hicé Morotí".

Tras escuchar estas palabras, Timbó Guazú emprendió rápidamente el camino hacia los médanos, en busca del manantial secreto.

Timbó supo superar los miedos por los animales salvajes que existían en aquellas épocas: gatos monteses, pumas, que andaban entre los montes intransitables.

Nadie deseaba que Guidaí entrara en el Reino del dios Tupá.

El joven indiecito encontró el ojo de agua y en un cuenco transportó aquel líquido transparente y puro. Con gran fuerza espiritual y fortaleza retornó al dado de Guidaí. Al beber el agua, la niña fue recuperándose paulatinamente y agradeció la hazaña realizada por Timbó-Guazú para salvarla.

El muchacho lucía ya la piel de yaguareté que convertía en futuro jefe. Y desde aquel entonces, ambas tribus se unieron y vivieron en esta zona.

Guidaí y Timbó-Guazú, protagonistas de esta leyenda, fortalece la memoria colectiva, cuya consigna dice:
"Quien bebe agua de la Cachimba, vuelve o se queda en Maldonado".

Dirección: A 100 metros de Boulevard Artigas sobre calle 3 de Febrero, Maldonado

Recopilación de datos aportada por las Profesoras Alicia Fernández y Adela Lladó - Centro de Documentación Histórica


  Catedral San Fernando de Maldonado

En 1796 el entonces Ministro de la Real Hacienda, don Rafael Pérez del Puerto inicia un expediente, solicitando a la Corona Española un auxilio económico a los efectos de construir una iglesia matriz. El motivo era el crecimiento de la población, contando inclusive familias procedentes de España.

Para la construcción también se estableció un impuesto a los cueros vacunos que se vendían en Maldonado y cuyo producido se destinaría entre las parroquias de Maldonado y San Carlos. La nueva iglesia comienza su construcción en 1801, sin tener certeza sobre el autor de los planos. El historiador Jesuita Padre Guillermo Furlong, le atribuye el proyecto al ingeniero José Custodio de Saa y Faría, portugués al servicio de España.

Los materiales empleados fueron ladrillo, cal y piedra. La obra se desarrolló a buen ritmo hasta 1806, fecha en que se producen las invasiones inglesas. Por este hecho la construcción se paraliza totalmente y se produce un saqueo importante, de herramientas, tablones, andamios, etc.

Durante la Guerra Grande (1843 a 1851) la iglesia inconclusa se destinó a cuartel de caballería, colocándose varios cañones sobre el techo del atrio. En 1854 el Gobierno dispuso que parte de lo recaudado por la explotación de lobos marinos, fuera destinado a la continuación de la construcción. Recién en 1883 se retoman los trabajos con cierta regularidad, bajo el impulso del sacerdote Pedro Podestá (natural de Maldonado, nacido en 1846 en Isla Gorriti). A pesar de haber demorado ochenta años en terminarse, la iglesia no sufrió modificaciones del proyecto original.

El 27 de octubre de 1895, el Obispo Dr. Mariano Soler procede a la consagración del Templo, en una emotiva ceremonia, donde se reunieron: autoridades, clero y vecinos de Maldonado. El Presbítero Podestá fue a su vez, quien se interesó , para que la Parroquia pasara a manos de los Padres Capuchinos. Luego de reunirlos y presentar su petición, logra que esta congregación se haga cargo de regentearla, a partir de 1906.

En la catedral se encuentra el archivo más antiguo de la ciudad, conteniendo los libros de casamientos, nacimientos, bautismos, comunión, y defunciones. También se pueden obtener interesantes datos sobre indígenas cristianizados, esclavos africanos y adopciones. Constituye una de las fuentes más trascendentes para el estudio del período colonial hasta la modernización.

Con 117 años de vida la Iglesia de Maldonado ha constituido un referente de la ciudad.

Altar Mayor de la Iglesia

De estilo barroco, es obra del ebanista español Antonio Veiga (natural de Vigo, Galicia). Veiga se radicó en la ciudad de Pando, donde desarrolló su arte en forma autodidacta, realizando altares para las iglesias de Santa Lucía y de la propia ciudad donde vivía. Su labor fue desarrollada con gran dificultad, debido a la falta de herramientas y medios económicos. En 1872 comienza a construir un gran altar que tendría como destino final la nueva Iglesia de Maldonado (1894), luego de un azaroso proceso.

La historia de este altar se remonta a una visita que realizara el General Máximo Santos, a la villa de Pando, donde conoce el taller del artista. Admirado por la obra en preparación, decide brindarle apoyo económico para una pronta culminación. Para avalar su decisión, encomendó al Director de la Escuela de Artes y Oficios de Montevideo, visitarlo y determinar si este altar podría ser objeto de presentación en la Exposición Continental a realizarse en Buenos Aires (1882). Es así que la obra llega a muestra argentina, logrando obtener dos importantes premios.

De vuelta al puerto de Montevideo, el altar quedó embalado y abandonado en la Aduana, sin contar con interesados en adquirirlo. En 1890 se pretendió llevarlo a una subasta pública para cubrir los gastos del depósito. Advertido Veiga, hace saber que el mismo había sido donado al Estado, por lo que no había generado gasto alguno.

En Maldonado -mientras tanto- llegaba a su fin la construcción de la Iglesia, después de un siglo. Es entonces que la Junta Económica Administrativa decide adquirir un altar apropiado para el nuevo templo. Luego de un llamado a licitación, se acepta el de menor precio, que resultó ser uno de pésima calidad, viejo y apolillado. Ésto despertó duras críticas entre la población fernandina. Dado el descontento general, se decide obtener el Altar premiado de Veiga, en carácter de donación. En 1893, por una gestión exitosa de los señores Juan Gorlero, Elías Devincenzi (Jefe Político del Departamento), Nicolás Granada (Diputado por Maldonado) y Francisco Martínez, se logra que el General Santos acceda a la solicitud.

El largo peregrinar del atar finaliza en la Aduana de Maldonado hasta 1894, aguardando una nueva licitación para el correspondiente montaje y ubicación definitivo. Seis fueron los oferentes, eligiéndose la del carpintero Pedro Decaux. La propuesta de Veiga llegó fuera de plazo, no obstante Decaux lo subcontrató para la adaptación de la obra a las medidas del templo, la reposición de molduras, esculturas y acabado final.

En 1896 es colocada la imagen de la Virgen del Carmen en el Altar Mayor. La misma había pertenecido al vapor español "Ciudad de Santander", naufragado en proximidades de la Isla de Lobos en 1895. Se supo en Maldonado que ante la inminencia del naufragio, los tripulantes corrieron ante la imagen de la Virgen, protectora de los marinos e hicieron voto de colocarla en la iglesia más próxima si los libraba de la muerte. La imagen retornó a España junto a otros bienes recuperados del naufragio. Mediante solicitud expresa al rey de España, que cediera la imagen para la nueva Iglesia de la ciudad. Con una respuesta favorable, imagen de la Virgen retornó a Maldonado.

En octubre de 1896 se instaló en el Altar Mayor, junto al óleo de Carlos de Santiago que reproduce el vapor "Ciudad de Santander".

Dirección: 18 de Julio entre Florida y 25 de Mayo, Maldonado 


  Escuela Ramírez

Designado con el nombre del legislador que donara su salario para dicha construcción. El Dr. José Pedro Ramírez, electo Diputado por el Departamento de Maldonado en 1872, expresaba su voluntad de donación con el fin de '...mejoramiento y adelanto del departamento que me ha hecho el honor de llevarme a la Asamblea Legislativa de mi país...'.

La escuela de varones número 1, fue inaugurada el mismo año en que se produce la Reforma de la Enseñanza de José Pedro Varela, pilar de una sólida e igualitaria educación para todos los habitantes de la República.

Cronológicamente su historia comienza con la adquisición del terreno, el 2 de diciembre de 1874. Es la Junta Económico ? Administrativa quien compra a don Agustín de la Cruz Carduz, el solar ubicado entre las calles Sarandí y Montevideo (actual Rafael Pérez del Puerto).

El 24 de enero de 1875, se procede a la ceremonia de colocación de la piedra fundamental. Veintiún meses después, quedaban finalizadas las obras , con 348 metros edificados bajo la dirección del constructor Simón Clauser.

El 21 de enero de 1877, se inaugura la Escuela con un acto solemne y la participación de todas las autoridades de Maldonado.

El 9 de marzo de 1877 comienza a funcionar la Escuela, con la dirección de Carlos Parsons, nombrado por el propio José Pedro Varela.

En su momento constituyó una de las escuelas más modernas del país.

Grandes docentes dictaron sus clases como Silvestre Umérez y Antonio Camacho (ambos españoles), José Dodera, Martiniano Chiossi, Julia Rodríguez de De León, entre otros.

En 1943 dan comienzo los cursos de Magisterio, dictados por la Asociación Magisterial de Maldonado.

Desde julio de 1965 se oficializa el Instituto Normal, teniendo como sede a la Escuela Ramírez. Y el 12 de noviembre de 1976 es designado 'Maestra Julia Rodríguez de De León'.

Dirección: Sarandí esq. Rafael Pérez del Puerto, Maldonado 


  Marco de los Reyes

Emplazado desde 1895 junto a la Torre del Vigía, integra nuestro patrimonio histórico, vestigio material de disputas entre las dos potencias colonizadoras de América del Sur.

Es uno de los marcos o mojones demarcatorios del tratado de límites entre los reinos de España y Portugal de 1750. Construidos en Lisboa, los tres marcos de mármol, llegaron a Río Grande en 1752. Seguidamente fueron transportados en falúa (barco de vela pequeña) que navegaron en la Laguna Merim y arroyo San Miguel. El último tramo fue terrestre, en carretas, hasta llegar a las posesiones españolas (actualdepartamento de Rocha).

El paraje Cerro de la Buena Vista (próximo a Castillos) fue escenario de instalación para el primer marco, en octubre de 1752.

El segundo fue ubicado en el Cerro de India Muerta, también en el departamento de Rocha.

El tercer marco, en la Sierra de Carapé (N de Maldonado) se colocó el 8 de enero de 1753 (hoy límite departamental entre Maldonado y Lavalleja).

Los marcos llevan 2 inscripciones aludiendo a reyes de España y Portugal:

Al este: "Sub Joanne V Lusitanorum Rege Fidelissimo".

Al oeste: "Sub Fernandino VI Hispano Rege Católico".

Ambos grabados determinan la denominación "Marco de los Reyes".

En las restantes 2 caras se expresa:

"Ex-pactis finium Regurdorum comentis Madriti Idib Janauari MDCCL"(aludiendo al tratado de Madrid o de permuta, también llamado así).

"Justitia et Paz osculate sunt"

Los mojones fueron emplazados por las delegaciones de los Estados signatarios del Tratado, encabezados por el Marqués de Valdelirios por España y el General Gómes Freire de Andrade, por Portugal. El acontecimiento se realizó en los despoblados campos de Rocha, con música, comidas, bailes y descarga de fusilería durante varios días.

En febrero de 1761 el rey de España, Carlos III anuló el Tratado de Madrid por el incumplimiento sostenido de Portugal. Inmediatamente da la orden al entonces Capitán General Pedro de Cevallos en el Río de la Plata, para que los portugueses se retiren de las tierras de la corona española y se vuelva a los antiguos límites. Cevallos recibe la orden y obliga al Gobernador de Montevideo, don José Joaquín de Viana a: "derribar todos los marcos y señales erigidos por las partidas demarcadoras, destruyendo los tres marcos y dispersando sus pedazos... donde con el tiempo no puedan causar alguna equivocación perjudicial a la Corona..."

A pesar de la contundencia de la orden, la misma fue cumplida parcialmente debido a la falta de hombres, carruajes y animales que padecía el Gobernador de Montevideo.

Esta es la razón por la que se conservan en el tiempo y el emplazamiento actual de los marcos es el siguiente:

Primer marco: en la Fortaleza de Santa Teresa.

Segundo marco: en Plaza Pedro Lapeyre (hijo) de la ciudad de Rocha.

Tercer marco: en esta plaza, antiguamente llamada "Plaza del Recreo" y que fuera trasladada desde la Sierra de Carapé por decisión de la Junta Económico Administrativa de Maldonado en sesión del 24 de septiembre de 1895.

Se recuerda a los vecinos que integraron la Comisión respectiva: Saturnino Pintos (Presidente), maestro Antonio Camacho (Secretario), Cnel. Melchor Maurente (Jefe Político), Lázaro Odizzio y Juan S. Viera. También intervinieron Pedro Decaux (de profesión carpintero) y Camilo Walter (mecánico).

El traslado del marco a la ciudad de Maldonado fue objeto de enérgicos reclamos por parte de autoridades del vecino departamento de Lavalleja, por considerar que se encontraba dentro de la jurisdicción de ese departamento y no de Maldonado.

Dirección: Rafael Pérez del Puerto entre Zelmar Michelli y Solís, Maldonado 


  Torre del Vigía

Monumento militar español original de la época de la colonia. Construido entre 1799 y 1800 por orden del Virrey del Río de la Plata, don Gabriel de Avilés y Fierro. La obra fue dirigida por el Ministro de la Real Hacienda de Maldonado, don Rafael Pérez del Puerto.

Su función era de puesto de vigilancia "...para vigía y observación de todas las ocurrencias del mar..." según al lenguaje de entonces.

Maldonado es un enclave geopolítico estratégico. Constituía el pasaje obligatorio de las naves, para ingresar al interior del Virreinato del Río de la Plata.

Construcción de estilo neo clásico, de 17 metros de altura, formada por tres cuerpos superpuestos y una cornisa cuyo pretil macizo gira en torno a todo el conjunto. Su base es de 5 metros de ancho por 13 de alto. Consta de una escalera interior que conduce hasta la parte superior, con una estrecha balconada donde se avizoran los cuatro puntos cardinales. En tiempos de la colonia, se observaba toda la costa, incluidas las islas de Lobos y de Gorriti, cabo de Punta del Este y Punta Ballena.

En documentos de 1803 consta: la torre "...edificada de ladrillo y cal que la llaman de la Vigía pertenece a la Corona, siendo evaluada en $ 5.500".

Durante las invasiones inglesas (1806), los vecinos de Maldonado se reunían en su entorno para conocer los movimientos de las naves británicas, que se aprestaban a desembarcar con sus tropas en las inmediaciones de la cañada del Molino (actual Parada 31). Los comentarios eran transmitidos por un oficial español, apostado en lo alto de la torre.

Numerosos fueron los pabellones que ondearon en este torreón: el español, el artiguista, el portugués, el imperial brasileño, el de las Provincias Unidas del Río de la Plata y desde 1829 el pabellón patrio.

Fue testigo de momentos históricos como por ejemplo, el pasaje del dirigible "Graf Zeppelín" en la fría noche de junio de 1934. Los fernandinos desde este punto de la ciudad, pudieron apreciar el desplazamiento lento e iluminado por grandes reflectores, en su periplo rumbo a Montevideo y destino final, Buenos Aires.

Dirección: Rafael Pérez del Puerto entre Zelmar Michellini y Solís, Maldonado

Recopilación de datos aportada por las Profesoras Alicia Fernández y Adela Lladó - Centro de Documentación Histórico


  Casa de la Cultura

Monumento Histórico Nacional Res. Nro. 1238/984

Construido en 1870, sobre la entonces calle Montevideo, este caserón, funcionó primeramente como Receptoría de Aduana y como Junta Económica- Administrativa, después. Durante esta última se estableció la Biblioteca Municipal, que por iniciativa de su fundador don Elías Devincenzi, quedó inaugurada en 1879, siendo la primera en la ciudad. Ya en el siglo XX pasa a funcionar la Intendencia de Maldonado. En el mismo predio, se ubicaba el abasto municipal, en la esquina de Pérez del Puerto y Román Guerra. De 1952 a 1973 y de 1984 a 1999 sesionó la Junta Departamental.

Desde 1984, año de su restauración, se constituye como Casa de la Cultura de Maldonado.
Funcionan aquí la Dirección General de Cultura, cuatro (4) bibliotecas: "José Artigas", "Braile", "Centro de Documentación Histórica" y la "Infantil". Así como también, la Escuela de Artes Plásticas y Visuales, Escuela de Arte Escénico y una Sala de Teatro.

Dirección: calle Rafael Pérez del Puerto entre calles Sarandí y Román Guerra, Maldonado


  Cuartel de Dragones o Cuartel de Blandengues

Ambas denominaciones se deben a: "Cuartel de Dragones", por el "Regimiento de Dragones de Buenos Aires", quienes lo habilitaron en su primera época. Pertenecían al Virreinato y constituían un Cuerpo fijo para las Provincias del Río de la Plata. También el nombre hace referencia a los "Dragones de la Libertad", correspondiente a fuerzas artiguistas, al mando de Otorgués.

"Cuartel de Blandengues", como centro operativo de este regimiento. El Cuartel tuvo el objetivo de controlar y reprimir el avance portugués, así como de otras naciones europeas. Entre otros de sus cometidos tuvo la finalidad de frenar el contrabando con Portugal e Inglaterra. Es de destacar que la región platense era geopolíticamente estratégica.

Esta construcción militar data de 1771 (marzo), fecha en que fueran iniciadas las obras. Se construyó por orden de don Juan José de Vértiz, gobernador de

Buenos Aires. Su misión sería albergar en forma permanente o transitoria, a distintos regimientos militares. Éstos a su vez y según las contingencias de la guerra, servían de auxilio a la Fortaleza de Santa Teresa (Rocha) o a la Plaza Fuerte de Montevideo. El principal impulsor fue Don Bartolomé Ferro, capitán del Regimiento de Mallorca y comandante militar de Maldonado.

El proyecto correspondió al ingeniero Juan Bartolomé Howel, de origen francés, quien desde 1763 estaba al servicio de España y que fuera designado por el gobernador Vertíz.

Se conocen tres planos del Cuartel, que ilustran la magnitud del edificio. Ocupaba una manzana ("una cuadra en cuadro") y contaba con: portón, almacén de armas, pabellones de oficiales, dormitorios, cuartos para criados, cocinas, cuarto del Oficial de guardia, cuartos para sargentos, cuadras para las compañías, habitación para el comandante y cuadras para la tropa (esta última transformada luego, en Capilla provisoria).

La construcción fue lenta y dificultosa dadas las carencias de la región. Por un lado, la falta de maderas duras, muy necesarias para: umbrales, techos, cumbreras, tirantes, vigas y aberturas.

Por otro lado, personal insuficiente y falta de picapedreros en la zona. Esto motivó el envío de un contingente de presidiarios desde Buenos Aires y Montevideo, así como de numerosos indios, procedentes de las Misiones Jesuíticas. También se recibieron operarios de Santa Teresa, algunos especializados, con experiencia de haber trabajado anteriormente con Howel. Los materiales empleados fueron: piedra, ladrillo, cal, madera y teja.

Las obras culminaron en 1797, bajo la dirección de don Rafael Pérez del Puerto (entonces Ministro de la Real Hacienda de Maldonado) y cuya orden fuera del Virrey Nicolás de Arredondo.

El Cuartel cobra una real importancia histórica, por haber albergado al Cuerpo de Blandengues de la Banda Oriental, desde 1797. Es pues en este emblemático Regimiento, donde don José Gervasio Artigas, Prócer máximo del pueblo oriental, toma estado militar.

A instancias en que el superior gobierno, pide datos a Maldonado sobre los servicios de Artigas, el Ministro de la Real Hacienda, responde:

Artigas entró a servir en el Cuerpo de Blandengues el 10 de Marzo de 1797 al 27 de Octubre, que se le dio la baja, por haber pasado a Capitán de Milicias de Caballería de esa Plaza.

Después volvió al mismo Cuerpo de Blandengues de Ayudante Mayor por orden del Virrey en 2 de Marzo de 1798 desde cuyo tiempo hasta ahora sirve dicho empleo sin interrupción.

Maldonado 14 de Sepiembre. de 1799
Rafael Pérez del Puerto (Archivo General de la Nación, Montevideo. Caja 238, carp. 6 doc.29).

En 1968 por disposición del Poder Ejecutivo, se constituye una Comisión Ejecutiva a los efectos de reconstruir el antiguo Cuartel y proceder a la instalación de un Museo Didáctico Artiguista.

En la plaza interior del predio se destaca el poste indicador cardinal de rumbos y batallas significativas del proceso revolucionario. En la actualidad se conserva el pórtico de entrada original, sobre la calle 25 de Mayo. Con motivo del Bicentenario, se colocó un mástil con la bandera artiguista de carácter permanente.

Pabellón Permanente del Protector de los Pueblos Libres

Llamado por nuestro pueblo "la bandera de Artigas", consagrado como Símbolo Nacional por ley del 18 de febrero de 1952, fue izado por primera vez en el Cuartel de Arerunguá, el 13 de enero de 1815.

Este Pabellón Permanente, se instaló en 2011, en el marco de las celebraciones del Bicentenario. Izado a perpetuidad, se renueva cada 23 de setiembre, con la Ceremonia de la Perenne Memoria: es arriado en la mañana para ser entregado para su incineración (Ley XXXX) al Oficial responsable, por parte de abanderados escolares. Con guardia de Blandengues, el nuevo pabellón ondea a media asta durante todo el día y es izado a tope con toque de silencio, a la puesta del sol. El primero, el de 2011, se conserva en una vitrina del Museo Didáctico Artiguista

Dirección: calle Rafael Pérez del Puerto esq. 18 de Julio, Maldonado 


  Molino Velázquez

Patrimonio Nacional desde 1984

En octubre de 2016 el Municipio de Maldonado y la Dirección General de Obras y Talleres de la Intendencia de Maldonado, trabajaron en la restauración del sector de aspas y la colocación de una cúpula imitación de la original. Conjuntamente con Comisión de Fomento de la Escuela Nro. 7, Comisión de reafirmación fernandina y vecinos. Emplazado en lo alto de una colina, lleva el antiguo nombre del camino que conducía a la ciudad de San Carlos (actual Avda. J. Batlle y Ordóñez). Antiguamente le circundaban chacras, una cancha de pelota vasca y se realizaban carreras de caballos.

El historiador Carlos Seijo sostenía que la fecha de construcción data de 1818, aunque no existe documentación que lo respalde. Sin embargo por títulos de

propiedad de David Velázquez, se cita el Molino de Viento y el terreno adyacente en el protocolo del Juzgado de 1859. Por tal razón es probable que el mismo se haya construido entre 1855 y 59. Por orden cronológico, fueron sus propietarios: Velázquez, Estanislado Uriarte, Alejandro Dussaillant (francés) & José R. Milhombres (portugués), Ch.Martín, Antonio Zanoni, Fossemalle, entre otros.

La explotación además de molino, tuvo anexado el rubro de panadería y barraca de maderas, especialmente por la firma Dussaillant & Milhombres, cuya escritura se realizó en Montevideo en 1874.

Entre las actividades extra comerciales del molino, se recuerda una gran reunión realizada el domingo 17 de abril de 1887 por el Partido Nacional. El motivo era organizarse políticamente en una gran asamblea partidaria, donde concurrieron más de 400 correligionarios, además de los delegados especiales de Rocha y Montevideo.

Dirección: Boulevard José Batlle y Ordoñez y Francisco Aguilar, Maldonado 


  Paseo San Fernando

En este predio se construyó una de las primeras casas de Maldonado, propiedad del matrimonio Veyra-Galup. Don Pedro Veyra (natural de Galicia, España) fue alcalde y receptor interino en 1831. Su esposa doña María de los Dolores Galup (nacida en Maldonado en 1790), fue posiblemente quien haya heredado de sus padres dicho solar.

En 1826 en ocasión de la visita de José Lucas Obes, fue hospedado en esta casa de donde partió junto a un grupo de milicianos, a solicitud del Cnel. Leonardo Olivera, hacia San Carlos.

Cincuenta años después, de esta casa sólo quedaba un cerco semi-derruido, por lo que Junta Económico Administrativa, procedió a una subasta pública, a los efectos de cobrarse la hechura de un cerco.

Posteriormente, el terreno luego fue adquirido por Ismael López Formoso (natural de Maldonado), casado con Delfina Correa en primeras nupcias y al enviudar con Silveria Acosta, natural de Castillos.

Durante la primera década del siglo XX (1909) se construye este edificio con el fin de instalar un cuartel. En primera instancia albergó a la infantería del ejército oriental y finalmente se destina como penitenciaría.

En 1985, el edificio es restaurado y rehabilitado, convirtiéndose en Centro Cultural de la ciudad. Bajo la égida de la Dirección General de Cultura de la Intendencia, funcionan aquí: el Conservatorio Municipal de Música, la Escuela Municipal de Danza, la Universidad para Tercera Edad (Uni3), y el Museo de Títere (único en el país).

Así mismo, a partir del 2010, año de creación de los Municipios en el país, se instala el Municipio de Maldonado, funcionando en la planta baja y ocupando el espacio vidriado sobre la calle Sarandí y las oficinas esquina sobre 25 de Mayo.

Dirección: 25 de Mayo esquina Sarandí, Maldonado

Recopilación de datos aportada por las Profesoras Alicia Fernández y Adela Lladó - Centro de Documentación Histórico


  Mural de Castells Capurro

El mural Castells Capurro se trata de una magnífica obra pictórica realizada en 1957 por el recordado pintor Enrique Castells Capurro para la estación de servicio SADAR, ubicada en la parada 1 y la rambla Pte. Williman (donde luego la empresa constructora SAFEMA construyó los edificios Malecón). Dicho mural se encontraba en el interior del edificio de la automotora, y en 1976 fue trasladado a la plaza San Fernando, por iniciativa de la entonces Junta de Vecinos y el Intendente interventor de turno. Al fresco se le colocó un marco de metal, logrando trasladar parte de la pared a su nueva ubicación en la Plaza, sobre la calle 25 de Mayo.

Durante casi 30 años el mural permaneció en dicho lugar, constituyéndose en un punto de atracción cultural del centro de la ciudad. La pintura está referida a la célebre diligencia del mayoral Etanislao Tassano, denominada "La Comercial

del Este", que realizaba el viaje entre Montevideo y Maldonado a fines del Siglo XIX y principios del XX. Para esa época se podía llegar hasta Maldonado por mar en barco (existiendo frecuencias que hacían la carrera hasta La Paloma y recalaban en el Puerto de Maldonado), o por tierra, a caballo o en diligencia (el ferrocarril recién llegó a nuestra ciudad en 1910). Precisamente, en los últimos años, una de las últimas diligencias que efectuaba la travesía, desde la Estación La Sierra - hasta donde llegaba el tren - a Maldonado, era la diligencia de Tassano.

Se trataba de un carruaje en el que cabían de 10 a 16 personas; y constaba de tres partes: "el pescante" donde iba el mayoral y algún pasajero que prefería el aire libre durante la travesía, " la cabina" donde viajaba la mayoría de los pasajeros y tenía ventanillas (persianas) que se levantaban o bajaban según la estación, y "la baca" que era el techo de la cabina y tenia un enrejado de hierro donde se colocaba los equipajes y encomiendas (que se cubrían con una lona impermeable que se ataba a los bordes del enrejado). La diligencia tenía dos ruedas traseras grandes y dos delanteras chicas, y era tirada por diez caballos a quienes guiaba "el cuarteador", también a caballo. Las diligencias constituyeron uno de los principales medios de la época.

Enrique Castells Capurro, aunque oriundo de Montevideo, donde nació en 1913, se radicó en Punta del Este en 1945. Se trató de un formidable y sólido dibujante, pintor y escultor autodidacta. Su obra se destaca por la representación de escenas y costumbres de nuestro campo, a las que les imprimió un dinamismo y movilidad que le eran característicos. Empleó mayoritariamente la técnica del dibujo acuarelado, también la del óleo sobre tela y la técnica del fresco ( pintura al agua con tierra de colores sobre revoque fresco ). Su obra se difundió - además de sus cuadros - por medio de la ilustración de múltiples libros, álbumes, reproducción sobre cerámica y almanaques. Cosechó como artista numerosos éxitos en el exterior (incluso en 1957 pintó un mural para las Naciones Unidas en Nueva York). Pero, Castells Capurro, siempre mantuvo su residencia permanente en Cantegril, en la parada 14, ya que amaba la naturaleza tan particular de Punta del Este, donde falleció en 1987.

El mural de Enrique Castells Capurro además de estar ejecutado con fidelidad, belleza y gracia, es representativo de un medio de locomoción genuino de Maldonado, y permite, a la vez, rescatar y recrear una parte de nuestra historia. Hoy se encuentra ubicado en la explanada de la Intendencia Departamental de Maldonado.

Dirección: Explanda de la Intendencia Departamental, Calle Acuña de Figueroa y Burnett, Maldonado.

Texto extraído de Biblioteca Municipal José Artigas - Por el Dr. Fernando Cairo.


  Museo Arboretum Lussich

En este lugar se encuentra una muestra de Antonio Lussich, persona autodidacta que fue escritor, marino y forestador. Están expuestas algunas de las condecoraciones otorgadas por los distintos países en agradecimiento por el rescate de embarcaciones y el salvataje de centenares de vidas.

Tal es el caso de condecoraciones del Rey Víctor Manuel III de Italia (1907), de la república francesa (1904) y de su majestad británica ( 1907).

También encontramos una colección de fotos que muestra la evolución de la forestación durante los primeros años, mobiliario y objetos personales de Antonio Lussich donados por sus descendientes.

Dirección: Avda. Antonio Lussich, a 300 metros de la Ruta 93, Maldonado Uruguay


  Museo del Azulejo Francés Siglo XIX

Este museo está conformado solamente por piezas que fueron utilizadas en la arquitectura del Río de la Plata y constituyen una muestra muy representativa de la producción francesa de este período. Si el visitante observa los paneles con reproducciones de los catálogos originales de las fábricas de Desvres, puede apreciar que un alto porcentaje de los azulejos allí publicitados figuran en estas salas.

Se exponen también paneles con fotos de azulejos polícromos, que si bien prácticamente no fueron utilizados en la arquitectura rioplantense, ayudan a tener un panorama más completo de la azulejería francesa del Siglo XIX.

La totalidad de las piezas que forman este museo constituyen una donación del Arq. Juan René Delger y Daniel Viñoly. Todas las fotografías expuestas fueron realizadas por el Arq. Alejandro Artucio Uriost.


  Museo del Títere

La titiritera Irma Abirad, profesora de la escuela dramática del SODRE, enseñaba dicción e interpretación poética hasta el año 1940. Al cerrar éste por falta de fondos y ante la incertidumbre de que hacer junto a sus alumnos, se encuentra con la obra del célebre maestro argentino titiritero Javier Villafañe, libro que le habría entregado Julio Bladeguer.

Se propone entonces trabajar las obras clásicas igual que en el teatro a través de los personajes. Una vez conformado el elenco de titiriteros el entonces presidente de la comisión de fiestas de la Intendencia capitalina "Me dijo: Los contrato". La propuesta era salir a realizar funciones por los barrios durante el carnaval.

La primera obra que interpretó la compañía pertenecía a Villafañe, en homenaje al autor que la inspiró a emprender el camino.

La actuación callejera inaugural fue en Villa Biarritz. Allí el elenco de Maese Pedro interpretó "Los habladores" de Cervantes. El éxito fue rotundo.

Abirad recuerda que la crítica de la revista Mundo Uruguayo se tituló "Cervantes en la calle".

Después del carnaval, el trabajo no cesó. Para cada espectáculo se hacían nuevos títeres y así se elaboraron cientos de piezas. No faltaron los viajes. El elenco se presentó en todos los rincones del país y se trasladó con frecuencia a Porto Alegre o a Buenos Aires.

Hacia 1963 Abirad asumió la Dirección de TV Educativa de Secundaria. Pero nunca dejó los títeres.

En París conoció a quién la consideró su discípula Marcell Temporal. En Moscú conoció a Obratzov y a Margareta Nicolesku quién le envió varios títeres desde Rumania.

Pero además de los que trajo de sus propios viajes, la profesora siempre solicitó a cada amigo que viajaba al exterior que le comprase títeres. Aquellos que llegaban desde otros países se sumaban a los que recibía de regalo. Así se hizo de la muñeca teothiuacana del Siglo VI después de Cristo, la cual se exhibe en el Museo Vivo del Títere.

Abirad tiene un cuento para cada títere. También para los que perdió cuando el sótano de la casa de una amiga (donde los tenía) se inundó. "lloré varios días" contó al evocar el episodio. "Los que se salvaron estaban en mi casa, pero perdí casi 200" Los que se sobrevivieron se exhiben hoy en Maldonado.

Dirección: Paseo San Fernando, 25 de Mayo esq. Sarandí Maldonado. 


  Museo Nicolás García Uriburu

El 2 de enero de 1998 abrió sus puertas este Museo constituido enteramente por parte de la colección de arte rioplatense del destacado artista Nicolás García Uriburu, que ha sido donada al gobierno uruguayo.

Las salas donde se dispone esta donación eran de la primera escuela de niñas de Maldonado, Ex- Escuela Nro. 2. Funciona dentro del predio del Cuartel de Dragones. Ubicado en calle 25 de mayo casi calle 18 de Julio de la ciudad de Maldonado.

El museo alberga una valiosa colección de obras de escultores y pintores uruguayos de la talla de José Belloni, Edmundo Prati, José Cúneo y Rafael Barradas entre otros. .

Dirección: calle 25 de mayo casi calle 18 de Julio, Maldonado. 


  Museo Francisco Mazzoni

Considerado como uno de los rincones más atractivos y sugerentes de la ciudad, el museo Regional de Maldonado "R. Francisco Mazzoni", funciona en un añejo caserón patricio cuya planta original data de fines del Siglo XVIII.

El Museo Regional de Maldonado lleva el nombre del profesor R. Francisco Mazzoni en homenaje a quien dedicó su vida a preservar los diezmados vestigios del rico pasado de la región. Escritor, músico, ceramista, inventor, docente y periodista, Mazzoni (1883-1978) se destacó por un constante trabajo de servicio a la comunidad y habitó hasta la fecha de su muerte en esta antigua casona colonial, que finalmente, donó al estado con todas sus colecciones.

En este ambiente de casa solariega, que alguna vez le valió la paradójica categorización de "museo vivo", el "Mazzoni" exhibe los más diversos objetos y

colecciones y, entre éstos, es posible contemplar muestras de antiguos instrumentales médicos y farmacéuticos, aperos gauchos, armas, artes de pesca, curiosidades artesanales y una considerable muestra de utensilios propios de los indígenas del país. Sin excluir otras sorpresas y curiosidades, como ejemplares disecados de la fauna autóctona u objetos que pertenecieron a celebridades de la talla de Giuseppe Garibaldi.

Voluptuosas enredaderas y un aljibe de base hexagonal constituyen los principales atractivos del patio central de la casona. Botijos, enrejados antiguos azulejos contribuyen a reconstruir el ambiente propio del Maldonado colonial.

Dirección: Calle Ituzaingó Nro.789 casi 18 de Julio, Maldonado. 




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